En determinadas ocasiones es necesario cambiar las hélices de nuestros drones, por ejemplo si están rotas o agrietadas por un accidente o golpe, si han rozado algún objeto o rama de árbol o se han gastado y el perfil no está en perfectas condiciones. Unas hélices en mal estado provocan cambios en la aerodinámica y pueden provocar vibraciones en los motores o descompensaciones y comportamientos extraños del dron y un desgaste mayor en los motores que intentan compensar los cambios.
Sobre todo si eres nuevo en el mundo de los drones puede pasar de notar que el dron se porta de manera extraña, se enciende, arranca motores pero cuando aceleras no despega y se apaga o vuelca. No es casualidad que esto pase normalmente después de haber cambiado las hélices.
En los cuadricópteros, para poder mantener el dron estable y poder dirigirlo, dos de los motores giran en sentido horario y dos en sentido antihorario. Si miramos el dron desde arriba, con el morro hacia arriba, los motores iguales están en brazos contrapuestos: normalmente, aunque puede haber excepciones, los que giran en sentido horario son el delantero izquierdo y trasero derecho y los que giran en sentido antihorario son el delantero derecho y trasero izquierdo. De esta forma, los dos motores delanteros giran hacia el morro del dron y los traseros hacia la cola, como en la imagen.
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